Cuida tus alfombras

 

Este mes de octubre, lo dedicamos a poner en orden nuestra casa. En anteriores posts os hemos facilitado trucos para quitar manchas en la ropa o consejos sobre la frecuencia con la que hay que lavar los distintos tejidos.  Hoy hablaremos de las alfombras y cómo podemos mantenerlas limpias y evitar su deterioro.

La alfombra sufre un desgaste continuo por eso, su limpieza es muy importante, no sólo para alargar su vida sino también por salud, ya que en ella conviven bacterias, polvo, restos de piel, migas, … y si tenemos animales que conviven con nosotros, eso nos obligará posiblemente a incrementar la limpieza de las mismas por el pelo que puedan soltar estos animales.

• Un aspirador de gran potencia, para garantizar que eliminamos realmente todos los restos que hay en la superficie.

• O bien una vaporeta si disponemos de ella, ya que elimina el polvo y las impurezas sin dañar los tejidos.

Hay muchos tipos de alfombras según el material: lana, algodón, lino, fibras naturales, látex o sintéticas.

Dependiendo del material del que estén confeccionadas la técnica de limpieza variará. No obstante, para quitar el polvo y otros restos, en todos los casos podemos utilizar:

La textura y calidad de las alfombras de lana es superior a la de los tejidos sintéticos. Si bien el mantenimiento de éstas es posible que nos de algo más de trabajo. Por su estructura y composición tienden a acumular más polvo, por lo que es necesario aspirarlas, cómo mínimo con una frecuencia semanal. En caso de manchas puntuales, si la mancha se acaba de producir y es superficial, utilizad un paño para absorber el líquido que se ha caído, pero sin frotar. Cuanto antes actúes mejor. En la zona afectada vierte agua con bicarbonato de sodio y deja actuar durante media hora.  Si la mancha es de hace tiempo puedes utilizar una mezcla de agua, vinagre y jabón líquido en proporción 1-½- ½  y frotar sobre la mancha con una esponja. Posteriormente aspira y luego asegúrate de que queda totalmente seca para evitar la proliferación de hongos.

Es recomendable recogerlas en verano para que no sufran los daños que pueden ocasionar las polillas.

Las alfombras de algodón podemos aspirarlas también. Son fáciles de lavar utilizando un detergente neutro y agua fría para evitar la mezcla de colores.

Cuando tenemos niños, recurrimos a veces por comodidad y precio a alfombras de fibras sintéticas. Son resistentes y pueden ser acrílicas, de nylon, polipropileno o poliéster. Las alfombras de fibras sintéticas son las que más electricidad estática tienen, más que las de lana, y absorben pelos e hilos. Además de aspirarlas a menudo puedes limpiarlas con espuma seca.

Las alfombras de fibras vegetales (yute, fibra de coco, sisal, esteras..) son delicadas y pueden deteriorarse con la humedad a excepción de las seagrass, que están elaboradas con fibras originarias de China, que por su naturaleza son resistentes al agua. Se recomienda pasar el aspirador semanalmente y pasarlo por ambas caras de la alfombra. Se puede utilizar un paño humedecido en agua y jabón neutro en caso de necesitar eliminar manchas puntuales.

También podemos tener alfombras hechas de pieles de animales, elaboradas con piel de vaca, oveja u otros animales. Son muy resistentes a los roces pero muy delicadas frente a la humedad y la intrusión de algunos insectos.

Otro tipo de alfombras, son las que combinan materiales naturales y sintéticos. Esto dificulta algo más el proceso de limpieza.

¿Qué podemos hacer cuando tenemos manchas complicadas? Te dejamos aquí algunos trucos:

• Manchas de aceite y grasa: espolvorea sobre la mancha maicena, almidón de maíz o bicarbonato de sodio y deja reposar unos 15-30 minutos. Después pasa el aspirador y utiliza un cepillo para repasar la zona. Realiza la operación de nuevo hasta conseguir eliminar la mancha. 
• Manchas de vino: lo primero es absorber con papel o con un paño el vino, evitando que se extienda. Después se puede echar agua con gas o agua oxigenada (en su defecto) y con una esponja retirar las burbujas que aparecen. Utilizar después una espuma para alfombras, extenderla sobre la mancha y dejar que se seque. Retirar después con el aspirador.
• Chicles: en este caso utiliza un cubito de hielo para endurecer el chicle y así será más fácil quitarlo de la alfombra.
• Manchas de tinta de bolígrafo: absorber la tinta con un paño blanco impregnado en leche y “pellizcar” la mancha para que no se extienda.
• Manchas de café: si es reciente, absorber con un papel o un paño limpio el café y después, se hace una mezcla utilizando detergente y vinagre blanco y se frota la mancha.

Confiamos que estos consejos te sirvan para conservar mejor las alfombras de tu casa. Nos gustaría que nos dejaras algún truco que tú conoces para eliminar las manchas. Los mejores trucos los publicaremos en nuestras Redes Sociales.

Te retamos. ¿Cuál es el truco que tú conoces?

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