¿Cómo conservar la carne ecológica?




En este artículo queremos recordarte qué cuidados debes seguir con la carne ecológica después de comprarla. Para conservarla necesita refrigeración. La temperatura ideal para mantenerla en la nevera hasta que la consumas debe ser unos 4º C cómo máximo. Recuerda siempre que al tratarse de carne ecológica es un alimento con un alto contenido en proteínas. Y a diferencia de la carne tradicional, el contenido en agua es menor por lo que tienes más materia prima para cocinar. No obstante, esta combinación la hace vulnerable a la contaminación bacteriana y por eso, si eliges refrigerar la carne en la nevera, debes consumirla en un plazo corto de tiempo, unas 48 horas más tarde, cómo máximo 72 horas.

Algunos consejos para conservar correctamente la carne en el frigorífico:

  • Dentro del frigorífico hay una zona específica para la carne, que suele ser la parte baja, para evitar que gotee y pueda manchar a otros alimentos.
  • Guarda la carne en recipientes, preferiblemente opacos y siempre cerrados de forma hermética.
  • La carne cruda (fileteada o en trozos) se puede mantener entre 3 y 5 días.
  • La carne picada, entre 1 y 2 días dependiendo del tipo de carne y no sólo del corte. Nuestra recomendación es no sobrepasar las 72 horas para su consumo.
  • La carne cocina se puede conservar entre 2-3 días.

¿Qué hacer cuando la carne cambia de color?

Seguramente te has preguntado alguna vez si puedes comer la carne que tienes en la nevera, cuando ha perdido su color rojo. Es importante siempre respetar los plazos cortos de tiempo para su consumo, pero el hecho de que su color haya cambiado no significa que no se pueda ingerir. La carne sufre un cambio en su color, pero no tiene por qué afectar a su sabor ni a su calidad. Los tonos van del rojo brillante al rojo mate oscuro e incluso a veces, puede tener un cierto tono morado. Esto se debe a las condiciones externas a las que la carne puede estar expuesta, cómo por ejemplo la exposición al aire o a la luz que hacen que el pigmento de la carne, llamado mioglobina, se oscurezca. Esto indica que se ha producido una oxidación, pero la carne no se ha estropeado y puede comerse.

 

¿Cuándo congelar la carne?

Si el consumo de la carne no va a realizarse en un período corto de tiempo, conviene congelarla para evitar riesgos. Además, lo más recomendable para la carne cruda (ya sea pollo, ternera, cerdo, …)  es no esperar hasta el último momento siendo conveniente congelar la carne cuando la recibimos en nuestro domicilio. De esta forma evitamos la formación de cristales de hielo que estropearían el sabor y la textura. Conviene cortar la carne en trozos no muy grandes y utilizar film transparente para separar las porciones o raciones según cómo las vayamos a necesitar.

En caso de que se trate de carne cocinada, se debe congelar cuando ya está fría y siempre en envases con cierre hermético.

El proceso de descongelación de la carne debe hacerse de forma lenta para que sea uniforme (esto vale tanto para la carne cruda cómo para la carne cocinada). Lo mejor es sacarla del congelador y guardarla en la parte baja de la nevera para que la descongelación vaya poco a poco. De este modo evitamos también que desaparezca parte del sabor y de los nutrientes de la carne.

Una vez se ha descongelado la carne conviene cocinarla inmediatamente para evitar que se estropee.

Estamos seguros que con estos consejos, cocinar carne ecológica será todo un descubrimiento porque podrás apreciar las ventajas que tiene este alimento y descubrirás que podemos mantener un sabor intenso a pesar de haber sometido la carne a un proceso de congelación.

Esperamos que compartas todos estos sencillos consejos con tus amig@s para aprender a hacer las cosas de forma saludable para todos.

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